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El Método

Intentamos acercarnos, principalmente, a ahorradores que deseen tener una opinión clara y objetiva y no sólo a profesionales del sector que puedan estar interesados
Economía global

El ámbito geográfico

Nuestra metodología de trabajo aborda el proceso inversor desde una perspectiva global.

Como ciudadanos del mundo observamos cómo la globalización condiciona nuestras vidas de manera inevitable. Aprovechar las oportunidades sólo depende de nosotros.

Los elementos que componen el patrimonio de una persona: el talento, los bienes, los ahorros e inversiones financieras... todos ellos son susceptibles de generar ingresos que en muchos casos están en exceso vinculados a lo que sucede en un único país.

No es una cuestión de cuán grande o importante puede ser tu país, sino de pensar que sólo representa una pequeña parte del mundo en su conjunto.

Según datos recientes del Fondo Monetario Internacional, USA representa no más del 22% del PIB Mundial, China 12%, Japón 9%, Alemania 5%, Francia 4%, Reino Unido 4%, Brasil 4%, Italia 3%, Rusia 3%, India 3%, Canadá 3%, Australia 3%, España 2%... si todavía no has asumido que tu país representa relativamente poco sobre la economía del planeta, deberás admitir que no eres demasiado realista.


Gráficamente y, a modo de ejemplo, te mostramos lo que ocuparía en la economía global la primera economía europea: Alemania.


Como puedes comprobar, el área que se encuentra fuera de esta pequeña sección del círculo resulta, a todas luces, demasiado grande para ser desechada. En la mayoría de los países esta circunstancia es más llamativa al ser el tamaño de su economía menor en relación con el total.

Además, tendemos a creer, a no ser que un hecho reciente nos haya demostrado lo contrario, que nuestro país no incurrirá en un impago, que no estallará una burbuja o no se verá inmerso en un proceso político que pudiera generar inestabilidad en los mercados. Hasta que un buen día las leyes de la probabilidad se imponen y descubrimos que “aquí también puede suceder”.

Lo cierto es que la mayoría de los países han incurrido alguna vez en algún tipo de evento que ha tirado por los suelos el valor de su deuda nacional, por no hablar de cuántos han sufrido algún tipo de burbuja que se ha llevado por delante una buena parte del valor del patrimonio de sus ciudadanos.

Sólo hay una forma sencilla de evitar el riesgo que todo ello supone para cualquier persona: ampliar el horizonte del patrimonio representado por los ahorros e inversiones financieras. En otras palabras, adquirir activos de diversa procedencia geográfica.



Los diferentes tipos de activos

Cualquier activo, en función del plazo que previamente fijamos para él y del tipo de rendimiento que nos ofrece, puede ser clasificado en tres grandes grupos: renta fija de corto plazo, renta fija de largo plazo y renta variable.

Todos ellos son susceptibles de generar un rendimiento implícito (incrementos de valor) o explícito (cobros de intereses, cupones, dividendos...) que puede ser comparado, y de hecho lo es, con los rendimientos de los demás activos. Para ello, el inversor tiene en cuenta la incertidumbre asumida para conseguir dichos rendimientos y la facilidad con la que el activo puede ser convertido en dinero corriente (liquidez).

Dicho lo anterior, la economía de mercado funciona, entre otras cosas, en base a dar la posibilidad de recibir un “premio” a quien está dispuesto a asumir un cierto grado de incertidumbre y un “castigo” para quien desea reducirla al máximo.

Muestra de ello es lo que ha sucedido en la que hoy es la primera economía mundial entre los años 1926 y 2010.

Utilizaremos como ejemplo lo que ha ocurrido en Estados Unidos. Como muestra el gráfico que aparece a continuación, observamos una notable diferencia en la evolución de la renta fija y la renta variable durante el periodo comprendido entre 1926 y 2010 en ese país. Si en 1926 hubiésemos invertido 1 dólar en letras del tesoro (renta fija), 84 años después hubiésemos recibido tan sólo 21 dólares. Por el contrario, si la misma inversión la hubiésemos realizado en acciones de pequeñas empresas (renta variable), en el mismo periodo recibiríamos 16.055 dólares. En el gráfico se observa igualmente cómo la inflación se llevó la mayor parte del rendimiento generado por las Letras del Tesoro (el activo más estable). Y si tuviésemos en cuenta el pago de impuestos, su rentabilidad incluso habría sido negativa.

GRÁFICA EVOLUCIÓN RENTA FIJA Y VARIABLE EN USA ENTRE 1926 Y 2010

RENTA FIJA Y VARIABLE EN USA ENTRE 1926 Y 2010

Source: Created by Raymond James
Using Ibbotson Presentation Materials • © 2011 Morningstar. All Rights Reserved. 3/1/2011

Pero el rendimiento no es la única variable a tener en cuenta.

Hay dos tipos de factores que condicionan la distribución entre los distintos activos:

  • Los factores exógenos (independientes de nuestro temperamento y circunstancias personales) como son el crecimiento de la economía, los niveles de desempleo, el déficit público, el endeudamiento, la inflación, los tipos de interés..., hacen que la inversión en cada tipo de activo pueda resultar más o menos conveniente.
    Por ese motivo, los porcentajes de renta fija y variable de las carteras que proponemos para un mismo perfil se alteran de manera significativa con el paso del tiempo.
  • Los factores endógenos como el temperamento, la edad, las necesidades financieras inmediatas y futuras o el nivel patrimonial determinan cuál es la opción (perfil inversor) adecuada para cada persona en cada momento. Así, el perfil inversor que adopta una persona puede cambiar con el paso del tiempo en función de modificaciones en sus circunstancias individuales.

Es la fusión de las distintas opciones de inversión (factores exógenos), unidas a nuestras preferencias (factores endógenos), lo que da origen a una cartera/composición idónea para cada uno de nosotros en un momento determinado.

Nuestro trabajo consiste en encontrar combinaciones eficientes que se adapten a cada perfil y puedan ser llevadas a la práctica de una manera sencilla.



La adaptación permanente

Las distintas variables económicas provocan con sus alteraciones importantes cambios en las oportunidades de inversión.

La base de nuestro método de trabajo es la búsqueda continua de las mejores opciones, para seguidamente adaptarlas a los distintos perfiles de los inversores, desde los más conservadores hasta los más dinámicos.

Mes a mes las ponemos a tu disposición para que tú mismo puedas realizarlas desde banca online o, si lo prefieres, con la ayuda de tu asesor de confianza directamente en una oficina bancaria. De esta forma, podrás tomar el camino correcto para alcanzar los resultados que mejor encajen con tus necesidades del momento.

La razón por la cual nos adaptamos mensualmente es porque la evidencia nos muestra que ésta es una frecuencia de revisión razonable para una cartera bien diversificada, además de ser un periodo lo suficientemente cómodo para que el inversor pueda seguirla.

Del mismo modo, tomamos como mejor representación de lo que viene sucediendo en nuestro entorno los últimos doce meses. Así, a efectos estadísticos, tenemos datos suficientes para sacar conclusiones y podemos definir de manera bastante precisa cómo es el entorno presente y cuáles están siendo los polos de atracción del capital en términos globales.

Estas inercias/ciclos de los mercados evolucionan más lentamente que las acciones o los bonos. Por ese motivo, podemos seguirlos de cerca y adaptarnos a ellos. Cambies o no tu cartera, es bueno que periódicamente la puedas comparar con la evolución de las que están teniendo un comportamiento más eficiente y que nosotros ponemos a tu disposición.



La herramienta para llevarlo a cabo

Afortunadamente, hoy en día todos podemos invertir nuestro dinero en cualquier parte del mundo con facilidad.

Invertir en cualquier país, ya sea para comprar deuda pública (letras, bonos u obligaciones), deuda privada (deuda emitida por empresas a cualquier plazo) o acciones, es tan sencillo como comprar un fondo de inversión (patrimonio perteneciente a una pluralidad de inversores, denominados partícipes, que intentan aprovechar las ventajas que ofrece la agrupación de un patrimonio superior al suyo).

Cuando damos una orden de compra de un fondo estamos convirtiéndonos en dueños de cuantos activos posee. De esa forma, con no más de cinco, seis o siete fondos, podemos conseguir una diversificación de nuestro patrimonio tan amplia que el nivel de seguridad es máximo.

Pongamos como ejemplo una de las carteras elaboradas en el pasado por YouGoUp, que estaba compuesta por siete fondos con la distribución que aparece en el siguiente informe:


Ejemplo de informe

Cartera de Octubre 2013

Si observamos la tabla, comprobamos que nuestra inversión estaba diseminada por buena parte del planeta y en la misma tenían cabida activos de distinta naturaleza: desde deuda pública de corto plazo (el activo conservador por excelencia) hasta acciones de pequeñas empresas (la inversión considerada más dinámica) que operan en muy distintos sectores. En total, la cartera tenía 216 posiciones entre renta fija pública y privada, además de acciones de 493 empresas diferentes.

Aclaramos el verdadero efecto sobre la seguridad con la ayuda de este esquema sobre la estructura de un fondo de inversión


5 vertienes de un fondo de inversión

En el esquema que precede puedes ver las cinco vertientes fundamentales de un fondo de inversión:

  • Los partícipes.

    Son los únicos propietarios del patrimonio del fondo. Éste es el lugar que ocupa cualquier inversor que decide comprar participaciones de un fondo de inversión.
  • El patrimonio del fondo.

    Es nuestro dinero convertido en los activos que el fondo de inversión posee. En este caso teórico, el patrimonio del fondo estaría compuesto por 50 activos diferentes que, como puedes observar, ocupan un porcentaje diferente del conjunto en función de lo que haya decidido el equipo gestor del mismo.
  • Las entidades comercializadoras.

    Los bancos (y empresas de servicios de inversión) que dan a conocer el fondo entre sus clientes y, a su vez, intermedian entre éstos y el fondo de inversión.
  • La gestora.

    El equipo de trabajo que administra y gestiona el patrimonio del fondo (los gerentes). Deciden, dentro del grupo de activos en el que opera el fondo, exactamente cuáles comprar y vender, cuándo lo hacen y en qué cuantía.
  • La entidad depositaria.

    Custodia el patrimonio del fondo y controla que el equipo gestor realiza su trabajo de acuerdo con su cometido: operar en un determinado mercado y cumpliendo los requisitos que la ley le impone.

Los fondos son un instrumento de ahorro e inversión de uso común en todo el mundo, con una larga historia y una amplia cobertura legal. Son de fácil comprensión y están al alcance de cualquier inversor, además de poseer otros factores positivos, entre los que cabe destacar su atractiva fiscalidad en algunos países. Por todo ello, son el elemento perfecto para llevar a cabo la estrategia que ponemos a tu disposición.

En síntesis, la evidencia de los datos nos muestra que este método de trabajo, con un enfoque global en el ámbito geográfico, flexible en la selección de los distintos tipos de activos y dinámico en el tiempo, partiendo de la seguridad que proporciona la diversificación en su sentido más amplio, nos ayuda a situar el dinero allí donde se encuentran las mejores oportunidades del momento.

Los mercados, tomados como representación de categorías de activos, se mueven de una manera mucho más lenta y pesada que los activos que los forman y, una vez que toman una determinada dirección, la mantienen durante tiempo suficiente para que nos adaptemos y la aprovechemos. Desde YouGoUp te mostramos aquéllos que son una oportunidad en el momento presente y que, en la proporción adecuada, nos permiten crear combinaciones que se adaptan a cada perfil inversor. Carteras eficientes en los términos en que las definió el Premio Nobel de Economía de 1990, Harry Markowitz.

En todo proceso inversor, la suma de los diversos factores exógenos y endógenos que influyen en la toma de decisiones, así como una incorrecta interpretación de los mismos, puede dar lugar a errores que ocasionan, a la postre, importantes pérdidas para el inversor. Un estudio reciente cuantificó porcentualmente la importancia de los errores más frecuentes y los representó en la siguiente gráfica:

Los erroes más perjudiciales para un inversor

Source: AllianceBernstein Investments. 2005 Survey of Financial Advisors on Asset Allocation

Nuestro método evita el 91% de estos errores, suponiendo que se pudiera hacer una medición precisa de los mismos. El 9% restante nos recuerda que siempre hay margen de mejora. En el ámbito de la inversión este proceso no tiene límite.